La depreciación de activos es una dimensión clave de la gestión de activos y propiedades. ¿De qué se trata este término y por qué es fundamental para tu planeación financiera? Para empezar, se trata de un término contable que se usa en las empresas.
Se refiere a la pérdida de valor que un activo sufre a lo largo de su vida útil. Las empresas realizan este cálculo con todos sus activos. De esta forma pueden saber cuál es el valor real de esos activos en el mercado en un momento determinado.
En otras palabras, pueden saber cuánto valor ha perdido ese activo, en primer lugar. En segundo lugar, tienen más claro cuánto capital necesitarían para reemplazarlo, en caso de que requieran un nuevo.
El valor de los activos más nuevos y de los depreciados se debe sumar al de otros bienes. Entre ellos están los inmuebles que, a diferencia de los activos que se deprecian, tienden a valorizarse con el tiempo.
Al final de esa suma lo que se obtiene es un dato vital. Este es el valor del capital total que tiene una empresa. A ese valor hay que restarle el de los activos para saber cuánto posee en realidad.
Aplicación A Las Finanzas Personales
El mismo concepto puede aplicarse a las finanzas personales. Básicamente, porque las personas también adquieren activos que se deprecian con el paso del tiempo. Y porque saber gestionarlos es importante para mantener equilibradas sus finanzas.
Pero, además, usar este concepto en la vida diaria brinda otra ventaja. Esta es que pone a prueba la mentalidad de las personas con respecto a sus ingresos, gastos e inversiones. Miremos estos dos ejemplos.
El primero es lo que sucede con los autos. Usualmente, estos activos pierden valor con el paso del tiempo. Así, un auto que se compró por US$30.000 hace 15 años puede estar costando solo US$20.000.
Esto podría conducir a una persona a querer cambiar su auto. Tendría razones para hacerlo, pues los autos antiguos no solo se deprecian. También requieren de un constante mantenimiento.
Sin embargo, el mismo modelo de auto que hace 15 años costó US$30.000 hoy puede costar US$60.000. Es decir que la persona tendría que poner su auto más el 100% del capital que invirtió antes para comprar un auto nuevo.
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Depreciación De Activos: ¿Vale La Pena Hacer Cambios?
La pregunta es ¿vale la pena realizar ese cambio? No existe una sola respuesta. Algunos dirán que, como el auto se deprecia, vale la pena cambiarlo antes de que cueste cada vez menos.
Otros argumentarán que no vale la pena cambiarlo. Sobre todo, porque prestará el mismo servicio que un auto nuevo. Sin embargo, es importante considerar que se trata de un activo que se deprecia. Es decir que luego, tal vez, sea más difícil venderlo.
Ahora, veamos el segundo ejemplo. Un activo es todo bien que puede poseer una persona. Por lo tanto, la ropa es uno de sus activos y, además, uno de los que más se deprecia. Una prenda usada nunca valdrá lo mismo que una nueva.
A no ser que el closet esté lleno de ropa de marca o de colección, la ropa no tiene el mismo valor que cuando se compró. Aun así, existen personas que mes a mes gastan sus ingresos en ropa nueva.
Al final, lo que tienen es un closet lleno que no vale nada. Un closet lleno de activos que se han depreciado y que son solo un gasto en el presupuesto mensual. La duda es ¿vale la pena haber realizado ese gasto?
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Administra Bien Tus Activos
Seguramente, la respuesta es que esas compras de ropa brindaron una satisfacción inmediata. Pero no aportaron a la construcción de riqueza de la persona. A no ser que pueda vender la ropa y recuperar algo de lo que gastó antes de que se deprecie más el activo.
Como ese casi nunca es el caso, siempre que se compre un activo se debe considerar su depreciación. Así, cada persona podrá calcular si vale la pena realizar la compra y quedarse con un activo o mejor destinar ese dinero a otras actividades.
En ese sentido, para saber si un activo que tiende a depreciarse es realmente necesario, se debe tener claro su valor inicial. Así mismo, es importante saber cuál es el beneficio que brinda a la persona o qué necesidad le resuelve.
Igualmente, se debe considerar cuánto tiempo se estima que dure. De esta forma, es más sencillo tomar una decisión con respecto a comprar un activo o no. ¿Por qué? Si el activo tiene un precio razonable, resuelve una necesidad y es duradero, tal vez valga la pena.
Por el contrario, un activo costoso que no resuelve una necesidad y es de baja calidad no vale la pena. Adicionalmente, existe otro aspecto clave a considerar al hablar de activos que se deprecian.
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Depreciación De Activos: ¡Evita Las Deudas!
Debido a la falta de educación financiera (y de recursos también) las personas son propensas a endeudarse. Este apalancamiento, en sí mismo, no es negativo. De hecho, el sistema financiero actual funciona gracias a los créditos.
El pecado más grave que se comete consiste en endeudarse para comprar activos que se deprecian. La explicación reside en que terminan pagándose intereses que no corresponden con la vida útil del activo.
Por ejemplo, supongamos que una persona compra un carro nuevo con un crédito. Este lo difiere a 20 años. No obstante, a los 10 años el carro empieza a tener fallas normales por su uso.
Eso quiere decir que, mientras está pagando intereses por su carro, la persona además debe asumir el mantenimiento. En este caso, no solo el activo se deprecia. También representa un costo extra.
Para evitar situaciones como esa, es imprescindible aumentar la inteligencia financiera. En Shift 2023, te enseñaremos cómo hacerlo. Participa en Shift 2023 y adquiere el conocimiento para ganar el juego del dinero. Ahora, por favor, cuéntanos:
- ¿Cuántos de tus activos tienden a depreciarse?
- Si es así, ¿por qué los sigues comprando sin control?
- ¿Cuál es el principal error que cometes en el manejo de tus finanzas?